Santa Rosalía, B.C.Sur, México

El lugar donde se encuentra hoy el lugar llamado Santa Rosalía, era una región muy árida; pero en 1868 el señor José Rosas Villavicencio descubrió que en los cerros había un mineral que podía desgranarse con las manos; tomó unas muestras y se las dio al capitán de un barco, que las llevara a Guaymas, Sonora para que las analizaran. De Guaymas recibió la noticia de que las muestras de dicho mineral era cobre de buena ley. La ambición por enriquecerse atrajo rápidamente a muchos mineros de todos los lugaresdel mundo, hasta que en 1872, se instalo la negociación de Eisenmann y Valle.
En el año de 1885, las minas pasaron a ser propiedad de la Compañía Francesa El Boleo creada en Francia. El presidente Porfirio Díaz publico un decreto que autorizaba la exención de impuestos, por un lapso de cincuenta años, a la nueva compañía y permitía la salida al extranjero de todo el cobre que pudieran llevarse. A cambio de esto la empresa debía construir un pueblo y dar empleo a todo mexicano que lo solicitara, en menos de un año construyeron el pueblo de madera con techos de zinc al que llamaron Santa Rosalía, la iglesia de Santa Bárbara fue diseñada por el ingeniero francés Gustave Eiffel en 1857 y fue por azares del destino llegó a esta población ya que su destino era África, es totalmente de hierro; en el altar unos vitrales de gran valor artístico; los ornamentos, los candelabros y el retablo gótico del altar fueron importados desde Europa..
Los franceses dominaban la vida social y económica de santa Rosalía eran dueños de todo: cinco hornos de fundición, tiendas, las casas de los trabajadores, camiones de carga y 45 kilómetros de vías férreas con nueve locomotoras. Para 1869 la Compañía ya tenia ganancias, llegó a producir mil toneladas mensuales de cobre puro, aunque el promedio mensual era de 700toneladas mensuales. Mantuvo este ritmo hasta 1940 en que concluyó la riqueza.
El Boleo es, un ejemplo típico de una industria capitalista que solo se preocupo por explotar lo que la naturaleza en ese momento le brindaba, más no se preocupo por las consecuencias que sufrirían sus trabajadores al ser abandonados. Y en 1953, cuando se venció el permiso de exención de impuestos, los franceses acudieron al gobierno federal y declararon en quiebra, con el pretexto de que los precios del cobre en el mercado mundial se había desplomado y no estaban adquiriendo ganancias. La realidad es que se fueron cuando comprobaron que los mantos cupríferos más ricos se habían agotado, además su maquinaria ya era obsoleta y no estaban dispuestos a afrontar gastos. La compañía se vio obligada a indemnizar a los obreros, a regalarles sus casas, y los que eran de otro lugar y querían llevársela, tenían que autorizarles el desmantelamiento de esta.
Muchos emigraron, pero el resto se unió para hacer que Santa Rosalía superara esa crisis, siguieron trabajando en la pesca y en la extracción del mineral, solicitaron a las autoridades federales de crear una empresa minera para estatal que aprovechase lo que quedaba; y así, poco a poco la población se salvó. Hubo voluntad, coraje y decisión de parte de todos los cachanías.